Las habas que se cuecen

- ¿Cómo habéis pasado la navidad? ¿bien? ¿o en familia? - que gran comienzo de monólogo el de Paz Padilla, cuánta razón en tan pocas palabras.

Como apuntaba el viernes, he pasado el fin de semana en los madriles en la primera comunión de una prima mía (10 años ya, cómo pasa el tiempo) en la que nos hemos juntado toda la familia. Venidos de todos los rincones del país, sentados a una mesa común desde la última vez (el bautizo de la misma niña), haciendo como que todo va bien mientras no se perdona la vida al arroz con bogavante.

No voy a entrar a contar aquí las vergüenzas familiares de uno, que siempre es interesante lavar los trapos sucios en casa, pero sí quería comentar el hecho de que en todas las familias acaban habiendo problemas insalvables que acaban por echar por tierra cualquier celebración. No es que pasara nada fuera de lo normal de una comilona de comunión, pero también es cierto que a la par que el cordero y las gambas al ajillo, se cuecen a fuego lento las habas que se cuecen en todos los sitios.

El viaje de ida fue un poco tostón, a pesar de ir a 120-140 km/h todo el rato, parecía que no íbamos a llegar a la capital del imperio nunca. Al final se llegó, entramos por la parte sur tras bordear la ciudad por la M50, a eso de las 21:30. Buf! Y ahora que hemos dejado a la abuela (la pobre ni protestó por el calor reinante), vamos a nuestro habitáculo, reservado a tal efecto para el fin de semana. Dormir, poco; calor, mucho.

Día d, 12:00h, es en realidad la llegada al evento. Saludos y besos a repartir como si fueran tarjetas de visita en una reunión de comerciales.

- Anda! pero cómo has crecido!
- Por ti no pasan los años!
- Y vosotros, ¿cuándo os casáis? Ya es hora, no?
- ...

Comentarios de toda índole, la mayoría con buena fe. La misma con la que el cura amenizó hora y cuarto de eucaristía prefabricada como un capítulo de 7 vidas.

Y a eso de las 15:30, a comer. Mis tíos (padre y madre de la criatura) tienen un bar-restaurante la mar de coqueto (valga la publi) que se llama "Sanabria-Aliste" al lado del famoso bar de los minutejos (¿que qué es un minutejo?... la sesentava parte de una oreja... de cerdo), en Carabanchel bajo. Menús del día caseros al mejor precio :)

Bueno, que la comida fue allí. Y duró hasta las 19:00 más o menos. Creo que nunca he comido tanto... buf! Langostinos cocidos y a la plancha, ibéricos, aguacates rellenos, gambas al ajillo, arroz con bogavante, cordero, tarta, helado, cubatas varios, conversación agradable. Todo un elenco de medios para un día inolvidable, sin olvidar (claro) el discurso de la protagonista del día. ¡Qué prima más maja tengo! Y como encima es mi ahijada, pues más, ¡qué leches!

Una vuelta para estirar las piernas, con parada en un garito de todo a 100 chino (abierto 24 horas del día y 24 de la noche) para enfriarnos un poco al fresco del aire acondicionado y pillar un par de gangas incluida. Una especie de parada en boxes para repostar y seguir con la marcha hasta eso de las 21:00, que nos volvimos a nuestro cubículo.

La vuelta, ayer por la mañana, se hizo más corta hasta Burgos, luego un poco peñazo... a pesar de ir todo el rato a 120-140km/h... Al fin en casa. Dormir, poco; calor, menos.

Fotos, vídeos, alegría más o menos retocada con photoshop, pero bastante bien para lo que suelen ser estas reuniones.

Aquí dejo constancia de que estuve allí:

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NO soy la del vestido blanco ;)


En fin, hasta la próxima... que será en la boda de la niña.

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