¿Hasta cuando?

Sé que el tema empieza a cansar, a mí me cansa, pero creo que es necesario poner de manifiesto, aunque sea en un modesto blog, que esto no puede seguir así.

Israel, en su instinto paranoide de ver enemigos potenciales en sus vecinos y pensar que los otros son siempre los malos, se ha metido en un berenjenal que para qué. Ahora mismo tiene dos frentes abiertos, uno con su vecino del norte, y otro con su vecino del sur. El vecino del este seguro que no le ve con buenos ojos, y menos mal que al oeste tiene el mar... bueno, y los USA (y tira), claro...

Ayer tuve la oportunidad de leer que ya han muerto unos 60 israelíes en estas contiendas, número que queda por los suelos comparados con los más de 300 civiles libaneses caídos bajo las bombas y misiles. Nada de terrorismo, eficacia militar bien entrenada.

La última noticia que ya clama al cielo ha sido la muerte de cuatro cascos azules de la ONU a manos del fuego israelí. Tiene pelotas la cosa.

Se dice que diez veces avisaron de las embestidas y que avisaron de que estaban allí y de que se debía terminar la ofensiva, pero de nada les sirvió. No sé si la zona es terroristamente picajosa, pero ni por esas se sostiene el asesinato (porque es una asesinato, los cascos azules son neutrales) de estas cuatro personas.

A pesar de ello, Israel sigue a lo suyo, bendiciendo los misiles que sesgarán la vida de algún culpable y de numerosos inocentes.

Y aún se preguntan por qué caen tan mal entre la comunidad árabe...

Por supuesto, Coffee Annan se ha enfadado mucho, ha puesto en grito en el cielo, se ha cagado en los misiles americano-israelíes, pero para nada. Condoleeza, que se ha dado una vuelta por el Líbano para hacer ver que no van con nadie en esta crisis, se ha pasado las palabras de la ONU por donde no le da el sol y, por la cara que suele llevar, no le toca ningún hombre (o mujer, será por libertades en ese país...).

Y el mundo sigue girando, las bombas cayendo, la UE callando, Rusia pasando, y el resto mirando... no debiéramos quedarnos al borde del camino mientras ocurren estas injusticias cada vez más flagrantes.

¿Qué habría pasado si las bajas de la ONU hubiesen venido por parte de Hamas? La comunidad en conjunto se rasgaría las vestiduras al grito de terroristas y poco menos que hablaríamos de invasión para democratizar la zona al estilo iraquí.

Pero como son los amigos de los americanos, pues nada, sigamos viendo la tele, a ver si por fin podemos ver a la Pantoja llevar un pollo al ídem a Julián Muñoz a la cárcel.

Total, por un muerto más o menos en el mundo... poco va a cambiar la cosa... y puede que así sea, pero la espiral que está tomando el mundo bajo el mandato de facto del señor Push nos está poniendo en posiciones tremendamente radicales y difíciles de sostener.

A menos que seas un amiguete y las palabras de hoy sean altos cargos en consejos de empresas americanas de mañana...

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