Una de niños y niñas

Hoy me toca postear desde casa, porque las cosas empiezan a no ir por donde uno quiere en mi lugar habitual de posteo.

Así pues, y esperando que sea una excepción y no se convierta en una norma, aquí va el primer post desde casa.

Creo que hoy es inevitable hablar de niños y niñas. En realidad, creo que sería más correcto hablar de niñas y posible niños.

Veamos.

Resulta que me he contrado con varias noticias acerca de diversos hechos acontecidos con las más peques de protagonista.

En la primera de ellas, se habla de la inocencia de una niña que ayudó a entrar en su casa al presunto posterior agresor, que la degolló, también presuntamente, sin mayores escrúpulos. Se dice que el tipo era la pareja sentimental de la madre de la niña, y que se entregó porque le convencieron de que la niña en realidad no había muerto, y que iba a ser mejor entregarse antes que liarla más. La policía le ha protegido de un linchamiento público.

La segunda tiene que ver con algo más agradable. Una niña que nació con las piernas unidas como si fuera una sirena hasta el punto de ser conocida como tal, ha dado sus primeros pasos tras la operación en la que sus piernas han vuelto a ser dos. El hecho de que dicho acto haya tenido lugar en un país como Perú, poco dado a darnos noticias tan buenas, creo que le da doble mérito al asunto.

El tercero viene de un poco más arriba. En Filadelfia, Philadelphia para los yankees, una niña ha muerto por los disparos de un intercambio de tiros entre dos coches. Al más puro estilo peliculero, como en las peores pesadillas de Tarantino; así me lo imagino. La niña tenía cinco años, y nunca cumplirá ninguno más. Siendo la ciudad que es, siendo la manera de morir que es, adivínese sin mirar más el color de la piel de la niña fallecida...

El cuarto comparte continente con los dos anteriores, viene de Colombia. Un médico ha exigido que se investigue un caso de una niña de once años. La niña en cuestión fue fruto de un tratamiento por lo visto ilegal y este médico lo ha denunciado como posible falta de ética médica. La cosa parecería totalmente lógica si lo miras sólo así, que no es de recibo que apliquen a una niña de once años un tratamiento ilegal. Claro que la cosa cambia si lo que le hicieron a la niña fue un aborto de un embarazo a todas luces no deseado y posiblemente consecuencia de una violación. Con este dato la cosa cambia, al menos para mí.

Y, por último, la noticia de que nuestra insípida Letizia, ese alfiler con más cara que espalda (literalmente), va a traer un nuevo posible heredero de la corona para nuestra insigne realeza. Puede ser niño o niña, pero visto lo visto, ante un posible accidente de JC y que Felipín acceda a la corona y haya que designar un nuevo heredero entre la siguiente generación... y claro, con una niña mayor que el niño, primar al niño es una flagrante discriminación por sexo nada a la altura de los tiempos que corren. Es un viejo debate que vuelve a la actualidad.

En fin, más y menos tristes todas estas cuestiones que merecían (y siguen mereciendo) este post.

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