Hoy tocó Spin-Bike

Sin nada que ver con 1/2 y -1/2, hoy he vuelto a spinning, o spin-bike, como se llama ahora...

He vuelto, después de tres años(?), y porque empecé el jueves pasado. En dos sesiones semanales, de martes y jueves, pretendo volver a disfrutar de esta actividad de gimnasio que es de las pocas que no terminan por aburrirme.

El chaval que hace de monitor parece bueno, motiva, y me miente para asegurarse de que vengo el próximo día (dice que me ve bien... tal vez porque me mire mal...), con lo cual, será una pena porque para junio nos ha dicho que se va. Espero que el siguiente siga con el nivel dejado por quien tenía miedo de no estar a la altura de las circunstancias (es que el que tuve en su día motivaba un webo).

He salido relativamente pronto de currar, a la carrera, como siempre para llegar a un tren que llegaba a la par que yo al andén, para llegar con tiempo a enfundarme ese apretado pantalón de ciclista con almohadones en esa zona que hay que manejar entre algodones, y que aún no me atrevo a llevar sin otro pantalón corto normal por encima. Con tiempo he salido para el gym, y al final ha tocado esperar.

Un beso a la mejor pastelera al oeste del Deba en su salida del yoga, y ale, a sudar.

El otro día fui a tantear el terreno, para al menos terminar con cierta honra, pero hoy, hoy tocaba darlo todo de nuevo, como entonces, cuando terminaba la sesión tan agotado que parecía volver a nacer.

Por suerte, aún no estoy lo suficientemente fuerte como para tener agujetas.

Mañana os lo confirmo, aunque la rueda no estaba tan caliente como antaño.

El jueves hay huelga general, así que volveré el viernes; mejor, así tendré más tiempo para recuperarme del dolor de coxis. Leche, menuda palabreja tan graciosa.

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